Reanimación
¡Buff! ¿Qué ha pasado? Estoy totalmente perdido.
Hablando por teléfono no soy capaz de encontrar la salida. ¡Lo siento reina, tengo que colgar!
Pronto amanecerá y no tengo ni puta idea de donde me encuentro ni como llegar a mi casa.
¡Joder... tendré que dormir aquí! Pero... ¿Dónde?
Comencé a caminar.
Buscando el mar.
Y lo encontré.
Lo buscaba caminando y lo encontré en sus ojos serenos, en calma, sin oleaje, sin tormentas.
La paz me acompañará en esta travesía, será tranquila. Lo presiento.
Desperté...
Estaba desorientado, sudoroso, inquieto.
Era sólo un sueño.
Pero sus ojos parecían estar allí esperándome. Esperando, tal vez, acariciar mi proa con sus suaves olas.
Simplemente una caricia en el casco me sirvió de alivio.
Un abrazo salado, húmedo, esta vez no de lágrimas, sino de mar... que la brisa suave y cálida se encargó de secar.
Entonces me dejé llevar por el viento. Enseguida recogí velamen y poco a poco fui llegando a puerto.
Sin novedad, sentado tranquilamente con mi vaso de ron, como los mejores piratas, escribo mi bitácora. El viaje no me ha parecido largo pero si intenso. Suspiro por salir. Saltar a tierra firme y buscarla para que me haga feliz.
Miro mar adentro desde popa mientras intento ordenar mi mochila y desde lo alto vuelvo a imaginarme sus ojos.
Azul, sólo veo azul.
Mar.
Pero... Desperté otra vez.
Estoy a punto de volver a casa... la voy a dejar allí, sentada en su roca.
Como tantas otras veces dejaba el mar para volver al interior. Dejaba la arena para encontrar asfalto. Pero aquí hierve, como lo hace mi sangre cuando atraviesa mi corazón.
Miré por última vez, pero no estaba.
Recorrí el océano hasta donde me dejaron mis cansados ojos. Pero no conseguí ver nada.
Recordé momentos durante el retorno al desierto urbano.
Ahora escribo mi bitácora como lo hice aquella noche en sueños.
Y me siento en calma.
Tampoco aquí sopla el viento.
También aquí, tierra adentro, me siento protegido y seguro porque sé que volveré a navegar y no habrá noreste de fuerza cinco ni olas de seis metros imposibles de superar por un pequeño y frágil barco como el mío.
21 comentarios
Patricia -
Pase a saludarte, espero que estes bien
Picasso -
Patricia -
Besos
sormalizima -
Soy yo ...la monja mala...y en ocasiones Pirata...
Anónimo -
siempre encontramos buen viento...aunque no salgamos de puerto...
Precioso ...sensual como el azul de unos ojos.
Besitos ,´Toño. Boas noites galegas.
Anónimo -
Toño -
un compi -
tumejoramig@ -
Pasaba solo para dejarte besitos.... y releerte, una vez más...es que dá gusto, mucho gusto, leerte así.
Pues eso.... muackssss!!!
Picasso -
Picasso -
Picasso -
ojos claros -
Patricia -
Se te quiere mi Toño
Patricia -
QUE HERMOSO!!! Toño hoy si que me tocaste el fondo de mi CORAZON
BESOTE QUERIDO AMIGO !!!
Mi barco tambien es muy fragil muy muy fragil pero no dejare que las olas lo derrriben ... LLegare al puerto
TERREMOTO -
muaksssssssss
Picasso -
TERREMOTO -
Sigue navegando mi pirata sin pata de palo, haya tormenta o mar en calma, tù siemrpre saldràs victorioso, porque aunque tu barco fuera una càscara de nuez, el capitàn, es experimentado fuerte y vigoroso (con chechapil tambièn... ;-))y puede con eso y mucho màs.
Mil besitos mi capitàn y buena travesìa, te espero en el puerto.
Noa- -
Saludos
oscar -
tumejoramig@ -
Tu barco es fuerte y resiste las embestidas de las olas, con la misma serenidad con la que tu piel recibe las caricias de sus azules ojos.
Ella siempre está, querido amigo. Siempre está. Aunque tu hoy no la veas.
Bicos huracanados...